El hotel es una cucada, las habitaciones muy bonitas y las camas super cómodas.
El desayuno pensé que era tipo bufete, más que nada por el precio, pero no es asi, te ponen ellos en la mesa la comida, ponen de todo variado, embutidos, fruta, pastas pero a mí me gusta más comer tipo bufete y así cojo yo lo que quiero, todo estaba muy bueno y casero.
Lo recomiendo. El personal muy atento en todo momento.