Muy agradable y aunque está en el linde del pueblo se puede ir a pie a todos los sitios.
La señora de la casa es un encanto y, en caso de que quieras, prepara un desayuno ella misma a base de crepes y tostadas francesas.
Además, es un lugar muy pintoresco y la señora tiene conocimiento de muchos temas y siempre está dispuesta a aconsejar sobre Carcassonne.
Muchas gracias, Emmanuel!