Decidimos hacer una pequeña escapada por el Bierzo, y nos hospedamos en Molinaseca en este pequeño hotel rural.
La localidad es muy bonita, y se puede disfrutar de una playa fluvial en un entorno precioso.
El hotel está muy bien ubicado, la habitación abuhardillada que alquilamos era muy amplia, decorada con mucho encanto y muy limpia.
Los desayunos son fantásticos, recién hecho y todo natural.