Veníamos de una experiencia un tanto especial con un Hotel (hostal) en Cuzco y cuando llegamos a Urubamba la cosa pintaba no tan divertida. En principio para llegar hay que pasar justo por el atrio de una iglesia y luego tomar una calle serpenteante de tierra y lodo (había llovido varios días). Nuestra familia comenzó a cuestionarse si habría sido una buena elección (la hicimos por expedia y con precio especial de descuento). Total que llegamos al portón de acceso a la propiedad y cuando nos abrieron fue una gratísima sorpresa. Un hotel bien distribuido (son cabañas con dos "apartamentos")... el lobby fuera de lo común ya que es una construcción a la izquierda del predio con la recepción, una salita y el comedor... Las cabañas totalmente equipadas, caben hasta 8 personas y en muy buenas condiciones, dos baños completos!. El personal es maravilloso, una noche decidimos quedarnos ahí y nos organizaron una fogata, con pizzas y donde convivimos con otros huéspedes se convirtió en una tertulia familiar muy amena... El desayuno sencillo pero muy bueno: huevo, jamón, fruta, pan, café, té... y como cada cabaña tiene su propia cocineta equipada, fuimos al pueblo y compramos para hacer pasta y algunos bocadillos para nuestro viaje a Machu Picchu. Se los recomiendo ampliamente ya que está a 30 mins de Ollantaytambo, de donde sale el tren a Machu y en comparación con hoteles de ahi o de Machu es mucho, pero mucho más barato. Otra cosa que pocos hoteles tienen... son para familias.