Un Hotel tranquilo, con unas vistas inmejorables, donde poder descansar después de visitar Nápoles, Costa Amalfitana, Costa Sorrentina, Pompeya, etc. ya se todo esto se encuentra en un radio de como mucho 45 minutos.
El servicio muy gentil, agradable y atento a todas tus necesidades.
Los desayunos correctos en cantidad y variedad, con una panorámica del Vesubio envidiable. Del mismo modo las cenas son excelentes.
Las habitaciones amplias, limpias y de lineas muy sencillas y modernas. La cama muy cómoda.
Las zonas comunes muy agradables para un descanso después de visitar los alrededores.
El acceso es un poco complicado, pero localizando el castillo medieval de Castellammare di Stabi (SS145) y subir por la cuesta frente a él (via castello), está todo solucionado.
Para mi un grandísimo acierto para conocer Nápoles y alrededores.
Muchas gracias a todos los trabajadores del hotel por hacernos pasar una estancia maravillosa.