Mi reciente estancia en el DoubleTree de Mazatlán fue muy positiva. Desde el primer momento, el personal me trató con una amabilidad excepcional, haciéndome sentir bienvenida y bien cuidada. Las instalaciones están impecables, con una limpieza impecable en todo momento. Mi habitación fue muy cómoda, ideal para descansar después de explorar la ciudad. Sin embargo, hay dos aspectos que creo que podrían mejorarse. Primero, aunque mi balcón daba hacia la calle, el ruido del restaurante Los Cantaritos, que está justo enfrente, llegaba al cuarto hasta altas horas de la noche. Si bien esto no es culpa del hotel, creo que Mazatlán debería regular el nivel de ruido en los restaurantes, ya que el sonido termina hasta las dos de la mañana todos los días. El segundo punto es que en la alberca se permite el uso de bocinas a cualquier volumen, lo cual no favorece un ambiente de descanso, ya que cada persona escucha su propia música y hay múltiples bocinas con canciones distintas. A pesar de esto, mi experiencia general en el hotel fue excelente, y sin duda lo recomendaría por su comodidad y la calidad de su servicio.