Alojarnos en esta maravillosa casa, con todos su mobiliario y detalles antiguos ha sido como un viaje al pasado. Además del increíble ambiente, nuestra suite era muy amplia y cómoda y a pesar de que contábamos con balcones con vistas a una de las calles principales, muy silenciosa. Porque uno de sus mayores atractivos es su fantástica ubicación, en pleno centro histórico, muy cerca de la catedral. Además nos resultó muy conveniente tener aparcamiento en la misma propiedad. El desayuno, delicioso, variado y presentado con mimo. Nos costará olvidar los pasticciotos recién hechos. Pero lo mejor de todo fue la atención de Nikos, que se desvivió para facilitar nuestra estancia y visita a la magnífica ciudad de Lecce. Es un encanto y nos proporcionó toda la información posible.