Realmente se esperaba más acerca del servicio, deja mucho que desear, de entrada en recepción la atención es pesíma, no tienen actitud de servicio y sientes que hasta flojera les da tratar con los huespedes. Los meseros en los restaurantes, parecen una mafia, solo están atentos para ver quien les da propina, pero poco serviciales, la habitación presenta ya detalles sucios como paredes, en el baño con manchas como de moho. Los elevadores solo dos insuficientes para todos los huespedes, y se descompuso uno y se tuvo que utilizar el de servicio. El.agua de la alberca muy fria, filas de hasta 15 minutos para desayunar, comer o cenar en temporada alta. Creo que no regreso a ese hotel.