El hotel está muy bien ubicado, pero con el paso de los años algunas instalaciones se van deteriorando y no hay buena mantención. En mi habitación el lavamanos estaba trizado y en la de mis hijas el agua de la ducha no evacuaba bien y se salía hasta la puerta del baño.
La piscina es bastante pequeña y el bar del último piso es en extremo ruidoso y poco agradable.
Por último, hay un Starbucks en el lobby, pero su variedad de productos es limitada. Sólo muffins y café, no hay sandwiches, pasteles ni jugos.