Riad en plena Medina, fue nuestra primera noche en Marruecos y el servicio muy atento para un primer acercamiento al país. Fue sin duda el mejor desayuno que tuvimos en toda la semana, ultra completo.
Reservamos una habitación económica, simple, con baño privado pero separado de la habitación (no hay problema, pero se puede avisar). En baño faltaba un par de toallas (una para los pies en la bañera y una de mano). Recomendado poner una cortina en la bañera para no mojarlo todo.
La habitación simple, el colchón algo antiguo y duro.