El hotel se encuentra en un estado lamentable de conservación y mantenimiento.
No funcionaba el aire, la cama con un somier de muelles y por tanto incomoda, TV de tubo y apenas 10" en la cual solo se veían 3 canales.
El baño presentaba signos de décadas de uso y corrosión.
Había cable de teléfono, pero no teléfono.
En la pared alcayatas sin cuadros.
Suelo roto.
Armarios con cuñas..... En resumidas cuentas el que llegará la hora de ir a la cama era un terror.
En contraposición, estaban las dos piscinas y la playa, que aún pudiendo mejorarse, estaban a un digno nivel.
El personal también fue amable y atento.
La comida de buffet incluida en la media pensión también era aceptable, aunque como punto negativo, decir que antes de que acabará el intervalo de turnos de comidas, ya habían recogido el 80% del mismo.
Una de las peores habitaciones en las que jamás me hospede y que, a pesar del personal y el resto de las instalaciones comunes, no se salva del suspenso.