La habitación es amplia, tranquila y su diseño es de estilo rústico, tipo cabaña. El baño es moderno, pero en la ducha solo hay un único dispensador de gel/champú.
El alojamiento está situado a unos 10-12 minutos a pie de Palas de Rei, en pleno sendero del Camino de Santiago, en un entorno verde y tranquilo.
Dispone de servicio de restauración con menú del peregrino y una carta con precios razonables.
El personal es amable.
Ahora bien, por citar algún pero, sobre la mesita haría falta otro enchufe, el sonido del radiador, aun estando apagado, es un poco molesto por la noche y las habitaciones están a ras del suelo, por lo que si las ventanas de madera abatibles están abiertas, se pierde cierta intimidad.