Se trata de un hospedaje religioso muy limpio, habitación grande con dos camas individuales cómodas, cambian las toallas cada 3 días. No tiene frigobar que para mi es importante. Tiene desayuno simple pero correcto. Todo muy limpio. El personal muy amable incluso nos dejaron un hora más de check out. Wifi se cortaba pero andaba y está incluido en el precio, parking incluido. Queda un poco lejos del centro de Roma, se llega con el bus 60 a Piazza Venezia en 30/40 minutos dependiendo del transito. La zona es normal, no de lujo, pero buen ambiente, hay un bar lindo en la esquina y para comer hay un pequeño lugar donde hacen hamburguesas caseras Burcher se llama que es excelente. También hay casa de pizzas buenas. Sino te importa viajar al centro de Roma en bus, el lugar está bien por calidad/precio.