Ha sido una estancia perfecta. La casa era preciosa y en un pueblo muy bonito y tranquilo, aunque es imprescindible tener coche, ya que las comunicaciones son muy malas. El desayuno estupendo, con mucha variedad,incluyendo fruta, y calidad.
Pero sin duda, lo principal ha sido el trato de la atención de Maurizio. Hemos tenido algunas complicaciones en el viaje y él nos ha ayudado para encontrar una solución en la medida de lo posible.
Lo recomendamos totalmente.