El hotel tiene algo parecido a un presurizador de agua que hace ruido cada cierto tiempo, día y noche, lo cual hace imposible descansar si tienes el sueño ligero. El hotel está tan cerca del centro que se escucha demasiado fuerte las campanadas de la iglesia a las 5:00 am en domingo y melodías que ponen a las 6;00 am, todos los días, lo cual interrumpe el descanso, la habitación tenía un sillón extremadamente sucio y en general mucha suciedad abajo de los muebles, el servicio y disponibilidad del personal muy mal, pedí hielos y me dijeron que yo mismo fuera al bar por ellos, no tienen personal las 24 horas y en nuestra estancia a unos huéspedes los dejaron en la calle ya que llegaron tarde y no les informaron a qué hora cerraban el hotel y después de mucho ruido para que les abrieran, fueron a abrirles. en general, no considero que sea una buena opción para hospedarse.