Tiene treinta años de desfase. Antiguo. Sucio. Con necesidades de mantenimiento que en ocasiones son simples y que no realizan. El cuarto de baño, con bañera media de esas que ya no se ve en ningún hotel, que hacía que el espacio fuera muy pequeño, unido a cortinas de plástico que se te inflaban hacia el interior y sumado a un soporte de ducha roto que provocaba que había que usar una mano para sujetar la alcachofa, todo eso hacía que la ducha dejara de suponer una relajación para convertirse en un fastidio. Lo informamos a la recepción y nos ofrecieron otra habitación, pero al entrar en el nuevo cuarto de baño había un olor a moho que echaba para atrás, producto de una mancha de humedad en el techo de dimiensiones considerables, así que rechazamos el cambio.
Las camas pequeñas y malas, duras e incómodas.¿Tres estrellas? Yo le quitaba las tres. ¿Barato? Si. Pero en esas condiciones ni regalado me alojaría en él.