Para empezar, la ubicación, extraordinaria, entre la Catedral y el Alcázar, en pleno centro. La habitación para hombres grande, muy luminosa, literas sencillas con buen colchón y muy buena almohada, sábanas limpias, aire acondicionado que funciona de maravilla, El baño con duchas individuales, y limpio, siempre depende del últim@ que lo utilizé y en qué estado lo deje, de eso no tiene culpa el hostel, cocina pequeña con todos los elementos que se pueden utilizar, y el personal del hostel, te hacen sentir de maravilla, como si estuvieras en casa, es como si fueras a casa de unos amigos, a pasar unos días, y eso no pasa en todos sitios. Un lugar Sencillo con todas las comodidades que se puede tener, con un trato personal excelente.