Increíble, una casa familiar reformada con un gusto exquisito para convertirla en un hotel de lujo a precio de hotel normal. Todo ha sido perfecto: la habitación súper espaciosa con sala de estar, el baño y el wc separados del aseo, la cama comodísima, el puntazo de tener parking cerrado propio, el increíble desayuno, el hotel en sí mismo... Un regalo.