El lugar está un poco apartado, es lógico si queremos gozar de esa tranquilidad y paisaje, por lo que hay que moverse en coche fijo. Nosotras reservamos una tienda, la verdad nos encantó, tiene todas las comodidades de una habitación de hotel, pero con el encanto de estar durmiendo al aire libre. El personal del hotel maravilloso, muy atentos y detallistas. El restaurante que tienen en el edificio principal es bastante bueno, de hecho muchas personas que no se alojaban allí iban a cenar (hay que reservar con tiempo, si no, te encontrarás sin poderlo probar). Tienen circuito termal, nosotras al ir en temporada baja y ciertamente no nos acompañaba el buen tiempo, por lo que no había tantos huéspedes, mos dejaron reservalo durante 1h en el mismo dia de la llegada y....para nosotras solas. Maravilloso! No puedo aseguraros que en otras fechas, se tenga que compartir con otras personas. Muy recomendable, nos encantaría volver más adelante.