Nuestra experiencia en este hotel nos ha decepcionado enormemente. Ya que llegamos allí muy ilusionados por ser el único viaje en pareja este verano y por las expectativas tan altas que teníamos puestas.
Teníamos contratado medía pensión. Vista nuestra experiencia y la de otros muchos españoles con los que hablamos, fue pésima. La variedad y calidad de los platos, ha sido deplorable. Como ejemplo, había un total de unas 6 opciones de comida, de las cuales la mayoría eran fritos y pasta. Como mucho se cambiaban 2 de esos 6 platos al día. Como ejemplo de la calidad deplorable era la ‘tortilla de patata’. Que tenía peor pinta que una suela de zapato mugriento. Este ‘plato’ por llamarlo de alguna forma no lo querían ni siquiera los turistas extranjeros (que representaban una mayoría del 80% de los clientes). Nadie lo elegía, pero para nuestra sorpresa todos los días lo ponían echándole salsas raras por encima. A pesar de ello, nadie lo elegía.
Respecto al alojamiento, estaba muy anticuado, tenía escasos enchufes… Tuvimos que alquilar un ventilador en la recepción porque la habitación no tenía ni aire acondicionado ni ventilador. Ya como colmo, con la limpieza de las habitaciones tratan de explicarte en el momento del check in, que será cada dos días para así poder justificar en las características del hotel que cuentan con el servicio de limpieza en el mismo.
En definitiva, no recomendaremos el hotel a nadie de nuestro entorno.