Lo primero de todo destacar la amabilidad de Clara, toda una grandísima anfitriona
En segundo lugar, destacar la buena ubicación del alojamiento: la habitación y el baño muy limpios y dispone de minibar, de hervidor de infusiones y de secador.
Nos encantó el desayuno : muy completo y muy rico. Los capuchinos perfectos.
Lo peor, sin dudarlo es la falta de ascensor , ya que es una tercera planta , pero eso ya lo sabíamos porque estaba en la descripción del alojamiento.
Volveríamos sin dudarlo y se lo recomendaremos a nuestros familiares y amigos