En pocos sitios hemos estado tan a gusto como en el Hotel Lacreu. La habitación, sin lujos, pero con todo lo necesario; un pequeño gimnasio; una piscina estupenda, una zona de jardines muy cuidada, el camino hacia Unha, el buffet de desayuno muy completo, y también la cena. Pero sobre todo el personal del hotel, siempre atentos a todo. Todo eso y que el Valle de Arán es precioso. Y además, cumpliendo todas las medidas de seguridad en una época difícil como esta. De diez!!