Mi experiencia en este hotel fue muy decepcionante. Reservé una habitación triple de 32 metros cuadrados con vista a la ciudad para una estancia de 10 días, pero al llegar me dieron una habitación más pequeña que olía a tabaco. Cuando me quejé, me dijeron que al día siguiente me darían la habitación que había reservado, pero lo que recibí fue otra habitación en la última planta, que olía fuertemente a lejía, lo cual era insoportable. No la acepté, y finalmente me dieron una habitación triple estándar de solo 22 metros cuadrados, muy por debajo de lo que había pagado y reservado.
Además, el servicio de limpieza dejó mucho que desear. Durante los 10 días de mi estancia, nunca cambiaron las sábanas, simplemente hacían la cama de forma superficial. El baño tampoco se limpiaba adecuadamente; lo único que hacían era dejar toallas nuevas, y hasta el papel higiénico había que solicitarlo en algunas ocasiones. En cuanto al desayuno, era bastante básico, sin nada especial.
En resumen, no recomiendo este hotel por su pésimo servicio y falta de atención a los detalles.