Nos encantó la estancia! María y Bernardo reciben muy bien a los huespedes, se siente como en casa. Bonitas y amplias habitaciones, muy buen desayuno, alberca y areas exteriores agradables. No se pierdan el restaurante Barbaro asador de campo, que pertenece a la familia, y esta a 5 min caminando en la misma propiedad. Riquisimo y buen ambiante, buenos vinos naturales, y licores destiladas y añejadas en el mismo lugar. 100% recomendable todo